Teoría del Big Bang
La teoría
del Big Bang o gran explosión, supone que, hace
entre 13.700 y 13.900 millones de años, toda la materia del Universo estaba
concentrada en una zona extraordinariamente pequeña del espacio, un único
punto, y explotó. La materia salió impulsada con gran energía en todas
direcciones. Los choques que inevitablemente se produjeron y un cierto desorden
hicieron que la materia se agrupara y se concentrase más en algunos lugares del
espacio, y se formaron las primeras estrellas y las primeras galaxias. Desde
entonces, el Universo continúa en constante movimiento y evolución. Esta teoría
sobre el origen del Universo se basa en observaciones rigurosas y es matemáticamente
correcta desde un instante después de la explosión, pero no tiene una
explicación admisible para el momento cero del origen del Universo, llamado
"singularidad". (AstroMía, s.f.)
Durante
los primeros segundos, la temperatura era de más de un billón de grados y toda
la energía se hallaba en forma de radiación. Durante los primeros 10 segundos
se formaron las partículas elementales y al cabo de 15 minutos se formaron
núcleos de hidrógeno y helio, en proporción de cuatro a uno. Unos 10.000 años
después, la temperatura había descendido a unos 100.000 grados y se formaron
los primeros átomos de hidrógeno. Al cabo de unos 400.000 años, el hidrógeno
empezó a condensarse en nubes (las futuras estrellas), las cuales a su vez se
agrupaban en cúmulos mayores (las futuras galaxias). Hace 11.000 millones de
años, la temperatura del universo era de unos 3.000 grados, y se formaron las
primeras estrellas: la gravedad hizo que los núcleos de muchas nubes de
hidrógeno alcanzasen temperaturas elevadas, del orden de 15 millones de grados,
lo que permitió la fusión del hidrógeno en helio, proceso que origina la
emisión luminosa de las estrellas.
Cuando
las estrellas agotan el hidrógeno del núcleo, son capaces de seguir generando
energía fundiendo a su vez el helio en materiales más pesados. De este modo, en
los núcleos de las primeras estrellas se formaron todos los elementos químicos
que hoy existen en la Tierra. En las estrellas más grandes, este proceso genera
cada vez más energía, hasta que llega un momento en que la gravedad no es capaz
de contenerla y la estrella explota lanzando al espacio gran parte de su
materia. Esto sucede a una edad diferente según la masa de cada estrella. Las
explosiones de estrellas llenaron el espacio de nuevas nubes de gas (esta vez
relativamente rico en toda la gama de elementos químicos), a partir del cual se
formaron nuevas estrellas, las llamadas estrellas de segunda generación, entre
las cuales se encuentra el Sol. (ICARITO, s.f.)
Fuente: https://www.nationalgeographic.es/espacio/el-origen-del-universo
Origen de la vida
Hipótesis de Alexandr Ivánovich Oparin y
los Coacervados
En 1922, el bioquímico soviético Alexander Ivanovich Oparin publicó una pequeña obra titulada "El origen de la vida" y en 1924 presentó a sus colegas soviéticos una clara y rigurosa explicación de cómo pudo haber acontecido esa evolución de la vida a partir del reino abiótico de la química y la física. Para 1936, sus ideas ya habían sido aceptadas en el mundo entero. La hipótesis de Oparinprincipia con el origen de la Tierra hace unos 4.600 millones de años. Es casi seguro que la atmósfera primitiva era reductora, quizá con altas concentraciones de metano (CH4), vapor de agua (H2O), amoniaco (NH3) y algo de hidrógeno (H2). Una atmósfera de esa naturaleza debió promover la síntesis química. Conforme la Tierra se enfrió, buena parte del vapor se condensó para formar los mares primitivos o caldos nutritivos. Las moléculas se irían asociando entre sí, formando agregados moleculares cada vez más complejos, con una estructura concreta, a los que llamó coacervados. La mayor parte del trabajo experimental de Oparin se relacionó con la exploración de las propiedades de los coacervados y su posible participación en la evolución de las primeras células vivas
Las microesferas de la Fox
Según el bioquímico norteamericano Sydney W.Fox, la aparición de la vida sobre nuestro planeta no sólo tuvo lugar en el mar, como proponía la teoría de Oparin, sino que también podría haber sucedido sobre la tierra firme. Demostró que a temperaturas próximas a los 1.000 ºC, una mezcla de gases similares a los que formaron la atmósfera primitiva sufría una serie de transformaciones tales que se lograba la síntesis de aminoácidos, que a su vez se unían formando "protenoides". Al sumergirse en agua, los protenoides generaban un proceso de repliegue sobre sí mismos adoptando una forma globosa, las microesferas, que estaban limitadas por una doble capa que las protegía del exterior, apareciendo así el ancestro de lo que posteriormente sería la membrana plasmática. Las microesferas, a través de la membrana, podían tomar del exterior sustancias como agua, glucosa, aminoácidos, etc., que producían la energía suficiente para que continuase el desarrollo de la microesfera.
La panspermia
La
idea de que la Tierra fue poblada por microorganismos procedentes del espacio
empezó a desarrollarse a partir de 1865 por parte del biólogo alemán Hermann
Richter; según él, la vida está presente en todo el Universo bajo la forma de
gérmenes de microorganismos, a los que llamó cosmozoarios. Los meteoritos que
continuamente impactan en la Tierra transportarían los cosmozoarios, que una
vez en el planeta, se desarrollarían en condiciones favorables. En 1908 un
químico sueco Svante Arrhenius (1859-1927) retomó la idea de Richter dándole
una forma más elaborada: la teoría de la Panspermia.
En ella, se substancia que la vida es transportada en el espacio bajo la forma de esporas, organismos vivos microscópicos, adheridas a algunos meteoritos siendo impulsadas por la presión del cosmos y que, al encontrar las condiciones adecuadas en los mares terrestres, evolucionan hasta alcanzar el grado de desarrollo que presentan los organismos en la actualidad.
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